Un buen día, viendo la TV vi en un programa de un hombre muy famoso al que uno de los clientes le regalaba una pintura de su perro, y yo pensé.......-yo también podría hacerlo-. Así que cogí una foto de mi perro, me preparé el lienzo, la pintura acrílica, los pinceles y empecé a dibujar.
Os confieso que después de diez años sin tocar un pincel no me creía capaz, pero yo me puse a ello, no sabes hasta donde puedes llegar sino lo intentas no?
Y este es el resultado, siendo fiel a mi estilo, el mismo que dejé olvidado en la escuela.
Realmente me sentí orgullosa de ver que SÍ podía hacerlo.
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